¿Cómo resumir una semana como la que hemos pasado en Oxford y Londres?
La verdad es que no lo sé muy bien pero intentaremos hacerlo.
El día 17 de abril salimos de Vitoria hacia las 11 de la mañana y hasta las 11 de la noche no llegamos a la casa en Oxford. Pero la verdad es que llegar a la casa y echarte un cigarrito en el jardín tranquilamente, no tiene precio. Además conocimos a una medio inquilina (gata) a la que le llaman Puta. Al final le cogimos cariño y todo.
Oxford tiene edificios muy pintorescos: Christ Church, Carfax Tower, Bridge of Sighs, Radcliffe Camera, Alice´s shop, todos las colleges en general. La verdad es que se ve rápido pero así luego tuvimos tiempo para tomar unas cervecitas y salir de farra.
Típico Pub inglés en el tomamos alguna pinta |
Y de Londres que contar; en tres días que estuvimos, lo vimos casi todo. El hostal en el que estuvimos estaba muy bien. Tenía sala común, comedor y ordenadores. Yo creo que es un sitio que aparte de estar en el centro es baratillo y acogedor.
Aunque es agotador patearte toda la ciudad en tres días, merece la pena verla porque está llena de contrastes; aconsejo que una vez de ver lo turístico, si alguien tiene pensado ir a Londres, vaya por ahí a perderse por los barrios más alternativos, porque puedes encontrar lugares muy txulos.
¿Y qué más comentar de Londres? en cuanto a la fiesta, estuvimos en tres clubs. La verdad que la noche de farra estuvo muy bien, lo malo son los cubatas. Desde que te pides el primero estas añorando los que ponen por aquí, pero bueno la música es parecida y el mamonéo también. La verdad es que creo que hablo por todos cuando digo que estuvimos agusto y al final con la tontería casi nos perdemos de vuelta al hostal, gracias al tequila jejeje.
Al fondo se ve el puente Tower Bridge |
El primo nos dijo que comentásemos en el blog lo que nos gustó o no de su rutina diaria en Oxford. Pues bueno, ¡Yo creo que vives de puta madre!! La casa está de lujo, tiene su jardín (con barbakoa), el cuarto pilla justo al lado de la cocina y esa especie de sala de estar. Es acojedora y además los compañeros son agradables y enseguida te van a decir algo (¡hola!, ¡mucho caliente!jejeje) y eso que nosotras no entendíamos ni papa de inglés, pero nos apañabamos para decirnos cuatro cosas.
El kurro , una basurilla. Ya se que es lo que hay y pa ir tirando mientras estas ahí está bien, pero aún así creo que no os pagan lo que deberían por ser extranjeros y por necesitar pasta como sea; os mangonean un poco.
El ambiente en Oxford está bien, porque el primo ya tiene gente que conoce y tiene una especie de cuadrillika, para pasar las tardes, salir de farra o lo que sea. Conocimos a gente de Cataluña, de Extremadura, de Francia, y de muchos sitios y en general son gente muy maja. Un día de hecho estuvimos en casa de unos amigos de Yaír y cenamos unas pizzas; estuvimos muy agusto y nos echamos buenas risas.
Sergio arriba a la izquierda, Mohamed arriba a la derecha, Marta a mi lado, Naiara a la derecha y Lorena abajo |
Y por último yo creo que deberíamos comentar el último día, el día 23 a la noche. Ese día vinieron unos amigos de Gasteiz, Urarte y Pangua. Fue una buena fiesta, la cosa es que se hacía raro estar tantos de Gasteiz juntos de farra en Oxford. Salimos los 5 (de aquí de Gasteiz) y luego dos amigos de Yaír que viven en Oxford y otros dos de la casa del primo. A mi personalmente me tocó ir en busca de los compañeros de la casa, que estaban muy contentillos a esas horas, y luego ir al pub con ellos. En la puerta nos encontramos con los otros dos amigos de Oxford (una chica de Brujas y un chico de Isla Reunión); Yaír, Lorena, Pangua y David todavía estaban de camino (papeando algo que traían hambre del viaje jejeje) y la verdad es que fue muy gracioso entrar al pub y encontarme yo sola sin saber que decir ( porque no tengo ni idea de inglés), con los cuatro amigos hablando en inglés. El pub al que fuimos estaba muy bien, la música molaba y el ambiente también, además como era nuestra última noche estabamos haciendo el tonto todo lo que quisimos y más, jejejejje.
y cuando todo los garitos estaban cerrados seguimos haciendo el tonto en la casa del primo, pero para cuando nos dimos cuenta ya nos teníamos que marchar. Y como no, entre tantas risas y alcohol casi nos venimos a Gasteiz con las llaves de casa del primo; menos mal que tenemos un Indurain en la familia y fué como las balas a la estación a por ellas jejejje.
Una experiencia inolvidable, gracias x la invitación primo.